En esta parte de la REUNIÓN discutiremos sobre la nueva media victoria que el Líder obtuvo cuando… Un momento, tengo una duda, ¿quién decidió que la ciudad era sinónimo de desarrollo y el campo de retraso? Eh… bueno…
Más de cien mentiras
Esta semana vimos en clase el tema de “La matriz histórica del desarrollo”, una cuestión interesante ya que analizando el camino que nos ha traído hasta aquí podemos comprender por qué estamos como estamos, recordemos que se puede conocer lo grande en lo pequeño, y que en la historia conocemos la razón, razón que a la vez rige al mundo, pero bueno, volvamos al tema antes de que esto caiga en una rara tautología…
Tras la crisis económica de 1929, se decidió en Centroamérica que no se podría subsistir teniendo al café y al banano como única base de ingreso. Después de esto, la “modernización” comenzó. De pronto, ya no era el campo el lugar donde el ingreso económico se apoyaba, sino en la ciudad, en la industria. Tras esto se dio una gran movilidad social del campo a la ciudad, pues ahora era la ciudad el sitio de las oportunidades; donde había cantidades de empleo; donde se vivía la libertad; la ciudad era la expresión física de la modernidad.
Para esa época, la vida en la ciudad sonaba hasta… romántica.
Sin embargo, con esta movilidad social la desigualdad social se incrementó muchísimo y también dio lugar a la institución de clases medias.
Y entonces, ¿qué pasó con el campo? Cientos de personas se trasladaron a la ciudad pues ahora el campo era sinónimo de inestabilidad, esto trajo consigo un desequilibrio de oportunidades que hasta la fecha sigue.
De crear ese romanticismo en torno a la ciudad y lo que la modernidad conllevaba se encargó
Pero bueno, ya seguiremos con este tema de la literatura otro día… Sin embargo, antes propongo como una buena ilustración de este fenómeno, lo que pasó con Alberto Masferrer y su obra “El Mínimum Vital”